POESÍA / diciembre 2018-enero 2019 / No. 77
Tres poemas niños
El primer hombre se yergue como otro sol
Al nacer, el respiro del mundo levantó la vida.
Ohh es el nombre del primer ser humano que supo caminar.
Dios en forma de relámpago le mostró luz en la sombra.
El primer hombre se incorporó imitando el ascenso de las llamas,
y de su boca salió un “ohh” de asombro.
Así se llamó, así le llamaron los demás animales.
Fue ésa la primera palabra.
Los animales lo confundieron con otro sol cuando lo vieron alejarse.
Aquel tiempo era azul y negro.
Ohh pudo caminar, y no se detuvo,
¿quién se detiene con el mundo por delante?
Sus pies parecían andar solos por la tierra.
Cuando vio el mar tomó el color para sus ojos,
y éstos fueron del azul más primitivo, el más salvaje.
Ohh tomó del sol su piel.
Del tronco la rugosidad de sus manos.
De los animales la cautela.
De la montaña la firmeza de su rostro.
Del agua lo limpio de su corazón.
Para el hombre, el mundo tiene explicaciones invisibles.
Ohh caminó tanto que sus ojos todo vieron,
sus oídos todo oyeron,
su voz todo cantó.
Pero algo faltaba en aquella inmensidad.
El hombre se acercó al amoroso asilo del cielo.
El hombre escuchó.
¿Qué es dios?
Dios es esa lámpara latiendo
en la esquina de tu cuarto,
y el beso amoroso de mamá al irte a la escuela.
Es el cuento de noche que inventó papá,
un platito de sopa humeante,
los ojos de tu abuelo diciendo “ven aquí”.
Dios es como una ventana,
la pared clara, o una puerta siempre abierta.
Siempre quiere decir que aún ahora está abierta, esperando.
Dios puede ser un perrito blanco y solo en la calle,
ese árbol alto de allá,
y el sol que te quemó los hombros en la playa.
Dios es tu cara,
y la cara de todas las cosas que veas.
Luz que explica el mundo
El amor es el cielo que todo lo rodea.
El amor es ese cielo cambiando de color.
El amor llueve.
El amor inunda.
En el amor suenan relámpagos.
El amor es azul.
El amor se nubla, el amor es un día limpio.
El amor es amarillo. Al amor lo mueve el viento.
Por el amor cruzan las aves.
Por el amor cruzan los hombres.
El amor es un sueño naranja.
En el amor descansan los niños.
Las gotas de lluvia atraviesan el amor.
El amor es el cielo abierto, inmenso,
a veces navegable.
El amor es la luz que explica el mundo.
María Choza (Salvador Alvarado, Sinaloa, 1994). Licenciada en Letras Hispánicas por la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Ha publicado sus poemas en medios impresos como La Catrina y Tierra Adentro, así como en portales digitales como Círculo de Poesía, La Otra y Otro Páramo. Los campos no elíseos, su primer poemario, mereció el Premio de Poesía Joven “Alejandro Aura” en 2015. Sus poemas han sido traducidos a idiomas como el árabe, francés, inglés y el chino mandarín. Actualmente se dedica a la ilustración y a la literatura infantil.