0 También una hoja en blanco es el resumen de todo lo dicho. La división dentro de la uniformidad de todas las respiraciones. Civilización Resultado de otra victoria para los ácaros que reparten sus bloques invisibles a través de mis libros bajo la cama entre las aspas del ventilador en la corriente de antigüedad que sube por la nariz del diablo ebrio, tosco y releído, blindado en la memoria que recorre los viñedos que no conoció porque en su país sólo bebía cosas de suelos extraños o falsificadas en la imprenta, cosas de suelos nacionales que también lo llevaban al extremo enfermamente valioso para entender los viajes su inicio su final. También una hoja es paso largo, pero nuevo. Días donde el agua se calma para empujar las olas desde adentro. Repitiéndose. Repitiéndose. Repitiéndose Como estigmas en las manos alrededor de los pies en las formas nuevas como estigmas antropomorfos en la frente de agua y la lanza definitivamente fría al final de los riñones donde Embriaguez muda lentamente hacia la muerte También una hoja es un mapa de constelaciones la clave inscrita de estrellas sobre sus paredes neutrales con fragmentos de llaves de países tan distintos que toda la vida del sueño quedaría gastada. La consecución. El ordenamiento de la córnea debajo de la tela debajo del puñal. La división. Dos cuerpos que provienen del mismo cuerpo, diferentes únicamente por la forma de llegar al suelo (las olas, los días, igual ese cofre de ángeles y muertos igual todos los monstruos , los cuerpos igual todos los fantasmas que me espantaban los sueños). Día V (Lectura) Los compañeros hablan de su teatro de corazones y en cada uno de sus personajes encuentro los míos deformados. Escenografías que recorren los mismos recuerdos como si fueran mis manos rojas-blanqui-negras en el vestido cortado por las criollas tijeras del Mr. Hyde al final de la boca releyendo cerveza BRAHMA en la niebla de la boca en ojos de perro azul sirviendo de compañía para tu boca y tu boca y tu boca al final de estas habitaciones que pretendo incendiar. Los compañeros hablan de su teatro de corazones y en cada uno de sus personajes encuentro los míos mutilados; regresando de una guerra sin brazos sin piernas, vivos en el abrazo a la imposibilidad de separarnos trazándonos como un ideograma en la sábana de los primeros días. Relación simbiótica. Enferma. Descubrimiento y asombro del motor en la cabeza y en el tacto volviéndose un cartógrafo de humedades futuras paradas como un niño inquieto ante el amanecer de tus piernas Paradas como payasos y manos que tiemblan. Paradas como días y noches para vendarse los ojos. Paradas ante Madres postizas e Hijas alumnas confundidas por el ego. Escuchar los compañeros en la embriaguez es abrir un compartimento de la noche para que respire la noche. Cerrar el continente de las pastillas de incertidumbre tomadas a dosis diarias En las cartas mails comments Fragmentos de espejo diluyendo la pantalla celulares vibrando en el insomnio de los nombres escritos con amor que a veces tienen como objetivo destruir otro amor (aprendiendo) en la capacidad de resolver infinitos rostros sin que nadie lo sepa como una treta como un juego como un juramento que es válido si se mueven las manos sobre los planos de los infinitos planos midiéndose en la carne… ¿A cuántas les puedo escribir yo al mismo tiempo? ¿A cuántos les puede escribir ella al mismo tiempo? Es imposible determinar el marcador
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Wladimir Zambrano (Guayaquil, 1984) es poeta, artista visual y docente. Fundador de Puerto Guerrilla (Tácticas de intervención literaria), colectivo que tiene como fin renovar el formato de las lecturas poéticas así como su inserción en la esfera urbana. Es licenciado en Comunicación Social y escribe en la revista electrónica Casa de las Iguanas. Ha participado en recitales poéticos dentro y fuera del país. Los mas recientes son el III Encuentro Latinoamericano de Poesía Actual Poquita Fe Santiago de Chile 2008 y La Fiesta de la Poesía 2009 organizada por la Alianza Francesa de Guayaquil.
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