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POESÍA / mayo 2009 / No. 18
Tres poemas


Juan José Rodríguez
 

Crónica de un deseo 

Tu sonido.
Tu habitación atrapada en mis ojos.
Tu retrato. Tu vestido tirado.
Tu cuerpo, materia de luz,
sobre un extremo de la noche. 
Mi mano palpa un eco,
tímida forma del canto que es la carne:
perfil de sombra bajo el beso,
cabello largo extendido en la almohada,
nocturna fuente para el pez y el abrazo. 
Sólo entonces hay mundo
entre el cristal del ojo y el incendio del sueño. 
Tu mirada.
Tu mano se enlaza a mi adiós que es ya la ausencia.
Tu memoria es ceniza de ave: polvo de voz.
Tu silencio, historia del instante, desarbola los días. 




Territorio para un cuadro de Soutine 



¿Qué piensa el hombre
—sentado en el sillón—
cuyo rostro se alarga
y se diluye en el dibujo agreste
sobre un fondo tan rojo
como el color de lo real? 
(Así medita el hombre
sobre el color tan real de lo real).

II 

De nuestro pensamiento
lo ignoramos todo.
Del pensamiento de aquel hombre
—sentado en el sillón— sabemos
de otro mundo, quizás de una Lituania demasiado soñada,
que sólo, alejados del lienzo, es evidente.

III

Lituania:
Un lugar del mundo donde todo
es de nieve. Un lugar simple
para que alguien juegue.




Miríada en San José de Minas 



Horas antes, cruzó frente al cristal
un pájaro amarillo cuyo nombre es milagro. 

II 

Ahora pasó todo. He descubierto
que un canto gira como ala o astro
en los rieles de un tiempo inacabable.
 
Pero algo cambió en la faz de mi mente.  
Es algo parecido a esa ala, al gorjeo
que yo recordaré como un instante ajeno
a las lenguas del mundo, a su promesa. 

III 

Yo vi pasar un pájaro hacia el filo del bosque.
El trueno acometía.
Era el mundo más real que la tierra.


Juan José Rodríguez Santamaría (Ambato, Ecuador, 1979) poeta, traductor y licenciado en Periodismo. Egresado del posgrado en Literatura Hispanoamericana por la Universidad Católica de Quito. Magíster en Estudios de la Cultura, mención Literatura Hispanoamericana por la Universidad Andina Simón Bolívar. Ha traducido a varios poetas de lengua inglesa, como William Stanley Merwin y Mark Strand. Ha sido incluido en diversas antologías de poesía ecuatoriana contemporánea e invitado a encuentros literarios nacionales e internacionales. Sus primeros poemas están reunidos en el libro Los rastros (2006). Obtuvo el premio de poesía joven La Garúa (Barcelona, 2008) por su libro Viaje a la mansedumbre.