No. 23/POESÍA |
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Poemas |
Sergio Felipe Mattano |
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Canto II
Los habitantes de la noche pájaros de alas sangrantes me despiertan me seducen me atormentan me vuelven ave forma clítica del pronombre escudo contra espolones que el rostro desfiguran cordero de dios que quita el pescado del mundo. Tras las torres se alza hambrienta una dama sepia. Deglute los pájaros me desea me inventa me recorre. Luego yo, desnudo / anquilosado respetando las comas atrapado por las cicatrices de sobreviviente diciendo yo creyendo ser yo la sombra de mi padre y hades el miasma enérgico de las prohibiciones por venir expulsando verrugas por los ojos y penetrando fieramente a la mujer sepia que se orgasma y eyacula canciones por la boca. Asma Para ud. es sencillo: el aire ingresa y egresa de sus pulmones, infla uno a uno sus alvéolos, oxigena la sangre y así sin que ud. note el mínimo acontecimiento. Pero nosotros no: nunca fue un acto reflejo, duele cada centímetro cúbico de aire y, por lo general, nunca alcanza. Aprendimos a morir desde pequeños entre vapores, ventolín y el infierno rudo de los rezos del nebulizador. Nosotros conocemos la muerte antes que a ud. se le muriera un abuelito, que en pack descanse, arriando el ínfimo retoño de O2 hacia el pecho entre chillidos de la carne que le niega el paso meditando para vencer el nervio histérico de yacer ahogados sin una mano que nos seque la febril testa. Aprendimos a morir y en eso sacamos ventaja, aunque los años de catecismo insistan en igualarnos mortales. Se Ser un ataúd de lo q no la bestia del carnaval la sagrada madeja deshilada el perfume del sexo retraído la garganta ácida la niña q cruza la calle y descruza las piernas cuando papi no la ve la resistencia en las formas imperecederas imperceptibles del aire las tres cicatrices cruzadas sobre la pared Álter ego (esquizofrenia) ¿Me permite cortarle el ojo? Soy Buñuel, déjeme. Puedo ser también la erótica bailarina de Notre Dame o la golfa que le visita los soñares cuando fiebre. ¿Me permite amarlo, succionar su sexo hasta la estrella apagada de Verlaine? Soy Aquiles, el huracán la nafta tóxica… Soy un punto del infinito que separa a Zenón y a ud. Soy el punto luminoso. Y el puñal. Y la flor. Deje que mi párpado bese la navaja. Soy Buñuel, casi desde unos días, soy el espejo roto y el puño y la sangre Somos. Canto cinco
Se sienta a la mesa y escribe
Juan Gelman Ahora es mañana. mi pelo se enreda entre los lentes mi boca tiene besos de café poco, vicente, tengo de dios —y sin embargo— Ahora es mañana mi piel se deshace de la piel de ayer de la sábana ya cansada de abrigarme poco, huidobro, tengo de fe —y sin embargo— Antirrimbaud Callar en negro cuando el habla es gris no hay vocales de colores una es azul (y no se nota) Tonos de gris a, gris e, gris i, gris o, gris u, gris Pero el grito es rojo. Canto Séptimo Ahogaré en el whisky la pierna de la mujer muda en el café la vulva del dragón dormido. MANIFIESTO
los poetas mienten demasiado
F. Nietzche El que escribe es un ególatra que sólo habla de su dolor tal si fuera importante,
que juzga todo su derredor
como si su miseria rigiera el mundo. El que escribe es un lunático, metafísico de mermeladas, con agujeros en las medias. Él cree, ciertamente, que es el único Mesías, que su lumbre libera de la estupidez al vulgo. El que escribe es un poeta. Un patético, infame e imbécil decidor de mierda. Exequias Exequias1 de la luna, 2 y una corte de duendes,3 maquillados con cal,4 dan pesares al mar.5 El viudo que ya nunca será reflejo de reflejo, ni musa de utopía.6 |
1Un ritual infinito de luz que, crisálida ebria, perfila una sombra que todo invade y tiñe mora.
2Un imperio de gritos como gusanos penetrando mis antes van devastando la madera dulce de ternura... mis iniciales descansan / en el caldo de la nada / que en la noche soy. 3 Anclados cantares grises: ¿qué colores ahogan? Los juglares migran al frío otoño, a la culpa sicaria de la lluvia. 4 Naden entre los humores gelatinosos que me aniquilan: rabia, odio, sangre... ella. 5 Miren: aquí mi agonía; aquí la ternura agusanada; aquí se oxida el hijo del hombre. 6 El viudo que ya nunca será reflejo de reflejo, ni musa de utopía. |
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Ilustraciones: |
Sergio Felipe Mattano (Buenos Aires, 1979) es profesor de Lengua y Literatura, miembro de la Asociación de Poetas Petisos, la REMES y editor de la revista digital de difusión poética Narciso. Actualmente, junto al contrabajista Santiago Collino, presenta un espectáculo musical / poético con el que ha sido invitado a distintos foros literarios de toda Argentina. Sus poemas han sido publicados por distintas revistas especializadas de su país, España y Latinoamérica (Cinosargo, Lakuma-Pusaki, La Mancha
—Chile—; Ping Pong —República Dominicana—; Círculo de Poesía, Lenguaraz, Pléyade —México—; Palabras Diversas —España—; En Voz Alta, Lamás Médula, Intangible —Argentina— e Isla Negra —Argentina/Italia—, entre otras). Recientemente el Círculo de Poesía (México) lo seleccionó en una Antología de Poesía Argentina Actual (a cargo de la poetiza Y. Grecco) y fue declarado ganador en la categoría poesía en la “Segundo Convocatoria En Voz Alta” de la revista universitaria homónima de la ciudad de Rosario, Argentina. Mantiene el blog http://mattano.blogspot.com/. Es autor de los poemarios Ella (Negar la luz /Epílogos /Resacas de) en 2006. Próximamente publicará Canope, del que se extraen los poemas anteriores. |