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POESÍA / abril-mayo 2017 / No. 67
El futuro es ahora
15 poetas dominicanos nacidos entre 1991 y 2002

Sandra Berroa

(San Pedro de Macorís, 2002)


Cartas de arena

Mándale mi amor en cartas de arena,
en rascacielos voladores,
el acmé de la luna y el petricor
soñando en mi cara.

Confusa estoy sacudiendo flechas,
sangrando la culpa y lloviendo cristal.

Canto mi niñez en otoño,
entierro mis lágrimas en su cuello
y desluzco mi tostado recuerdo
con el pincel de azúcar.

Vamos levantando el calzado ingenuo,
los bordes de mis labios y la pureza de tu flor.

Lo demás no existe,
sólo lo que está tan cerca y no puedo respirarlo.
Es imposible tejerse el alma con tinta del mismo color.

Estaré tocando la piel de tu reflejo caduco
hasta que mi sed tiemble mi garganta.



Los labios de Neruda

Falta poco para  que mi esperanza sea tu obra,
mucho para llegar al punto donde mi brújula
esté en la puerta de tus manos.

Decido construir mi vacío oxidado,
concluir mi vela y estancarme en la orilla.

Pero viajo en las palabras
y me deslizo en los labios de Neruda,
pinto las estrellas y el vientre del verso.

No puedo ocultar aquella sinfonía de llanto,
tu nada y tu hermosura mezclada con llanto,
tus ojos de mañana y teatro de charcos azules,

Tus penas oscuras susurran por mi ventana
el espejo que frisó tus momentos de piel dorada.



Gota de eclipse

Yo sólo vine a dejar una pequeña gota de eclipse
en tu café.
Vine a quedarme plasmada en la gloria desnuda
de los inmigrantes,
en la cotidianidad del asfalto.
Luego me sacudo la fantasía herida
y vuelo en esta tierra inepta.
La sombra de la estrella figura húmeda
y en mis ojos la luz es un sueño de hielo.



Sandra Berroa. Pertenece al Taller Literario Girondo de Hato Mayor, ciudad en la que reside. Ha desempeñado varios papeles de personajes histórico, como los de la hermanas Mirabal, Salomé Ureña, Ercilia Pepín, Rafaela Kermes, Concepción Bona entre otros. Desde los 7 años escribe poesía, su primer libro se titula Viento Enfermizo.