Costumbres Hace más de dos meses que no veo un unicornio en mi alacena mi familia tiene la agradable costumbre de construir un bosque entero dentro de ella en ese bosque se introducen de dos a tres crias de unicornio con el paso del tiempo los unicornios van creciendo se sienten atraídos unos a otros y surge la necesidad de copular para tener crías que a su vez cuando crezcan copularán y darán vida a otra camada de unicornios que repetirán este proceso la razón por la cual lo hacemos es para que las visitas puedan ver criaturas que no existen hay temporadas en que los unicornios piensan todo el día en copular por eso no es raro que algún visitante se moleste al creer que le han hecho la pésima broma de mostrarle a dos seres de la misma especie muy rara (por cierto) apareandose en un bosque metido absurdamente en una alacena
Vida de mi gato I Veo a mi gato sobre el tapete manchado de cielo en una tarde desastrosa maullando hacia la puerta buscando sus cosas subiendo de un salto a una mesa burlándose de la lluvia y los ratones: pequeños tanques cargados de aserrín que se sienten observados mascando y mascando un chicle fumando encendiendo otro y otro cigarro hasta que se acaban y dice: miau (o maúlla como podría maullar un gato que fuma) enciende la tarde y lentamente se despreocupa de la mortalidad de la noche noche la de siempre: una mano enorme detrás que quita el caparazón que es el cielo oscuro mi gato enciende otra vez su auto enciende otra vez su auto y conduce a casa escucha en el radio la palabra abismo mientras conduce su Rolls-Royce de chocolate colina abajo la palabra abismo que poco le aterra poco:como el salario que recibe por trabajar seis días a la semana en un almacén en el centro el centro es su parte favorita de los chocolates rellenos otro centro: su parte favorita del blanco prepara apunta dispara y no falla aunque le apaguen la luz apaga él también su foco como apaga su desesperación jamás huye del fuego ajeno aunque después ponga discos se vuelva ausente con la música se queda y tararea poco a poco hasta que ya tiene una canción en la boca que se vuelve chocolate es cuando suenan dos estereos en la sala (y apago uno para ahorrar energía)
Historia A esta escalera le falta un abismo un silencio tiene doce dientes pero ningún escalón en su espalda es trepable –amigos: pasen vean suban al jardín que sembramos ayer por la tarde que maravillosamente florece en dirección a las licorerías más cercanas un frenesí verde que aumenta en calma un césped y flores rodeados por las paredes por donde fluimos nosotros ánimas inconcientes de antiguas vidas basadas en un método de marketing inventado para llevar una buena vida: comprar nuevos floreros llenarlos de flores llenar con las flores mis ojos iluminados también por la belleza de la colina que recorrías a bordo de tu automóvil mientras repetías que no recordabas a los niños que reían ese día y todos los demás muy animados que en tu memoria sólo fluía un recuerdo de consistencia pastosa: tú recitándome las frases al oído me recetabas carbón vegetal una cura para el insomnio una cura para el olvido con tu gran inocencia de vendedor de seguros la corriente me llevaba hacia otros puntos y yo borraba esa pesadilla de mis mapas mentales (yo-en-mi-mismo-sintiéndome-de-metal-mañana) ahora te busco en un bosque imposible y morado de selva de helechos de camisas cuadradas de suéteres rosas y lentes de pasta gruesa y negra: otro suéter pero negro etcétera toda la ropa aditamentos de juguete con los que vestíamos a los muñecos antes de que me fuera a casa cuando dejamos de jugar te regalé un aperitivo te regale toda mi inocencia pero siempre fue tuya como las nubes del cielo pintado en el lago –lago al cuadrado es el mar al que te tiraste mientras no miraba–
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