EN LA VIDA HAY DOS CLASES DE POETAS. Mi ex novio y los demás. Ambos malos. Estoy cansado de oírlos recitar sobre la hermana República de Cuba y de sus bares y de las locas que salimos con las uñas acariciando las aceras. Miró Alberto una jota que en el baño ostentaba feliz la pompa nalga y entre hoteles, desdichas y las ganas bañábase de semen delicado. Estoy cansado de oírlo recitar en el grito ahogado de las masas, en el barullo de las pantallas negras. Sombra de mi presente, cruz del pluscuamplerfecto. A los otros callar quisiera su literatura del norte como arma a sus burdeles y a sus vírgenes, a sus poetas como profetas. Ya no hablen más de la nostalgia de la Zona Rosa y sus cafetines, de Pita firmando servilletas de la undécima de las rodillas negras. En la vida hay dos clases de poetas. Mi exnovio y los que liran rap y los que los dedican y los que los dedican a sus putas y los que los dedican a sus putas madres y los que los dedican a sus putas madres obras y los que los dedican a sus putas madres obras francesas. Ambos malos. También de los seminarios gay y de las presentaciones de libros de contracultura. Estoy cansado. De las poetas heteronormadas que remojan sus plumas en sus vaginas para escribir menstruales monstruales glosas y lésbicos sonetos. De las locas heteronormadas que escriben exigiendo la lectura de sus poemas que escribieron con el glande fino, finísimo bolígrafo de sus viriles cuerpos y que sólo han escrito sobre el derecho político de sus amores. Sálvenme, oh, musas de la poesía en voz alta en el crepúsculo de los bares, en las juglarescas mezcalerías. No me guíen hacia los recitales en los restaurantes italo-españoles ni a los talleres de micropoesía mucho menos a los de escritura creativa. Homero, ten piedad Lesbo, ten piedad Catulo, ten piedad Virgilio, escúchanos Ovidio, escúchanos. Santa Juana Ruega por nosotros Santa Juana de Asbaje Ruega por nosotros Madre de Paz Ruega por nosotros Madre del buen hipérbaton Ruega por nosotros Madre de Salvador Ruega por nosotros Torre de David Ruega por nosotros Torre de marfil Ruega por nosotros Refugio de los noamados Ruega por nosotros Reina de los mártires Ruega por nosotros Musa concebida sin pecado original Ruega por nosotros. Cordero del Verso que quitas el tedio del mundo: perdónanos, Señor. En la vida hay dos clases de poetas Mi ex novio y yo Ambos malos. Porque cedí al verso libre y a la poesía visual, y ahora rasgo mis vestidos cuando quiero escucharme y constriño en pequeños haces las vocales cuando recito en público Patito, patito, color de café... Porque dejé de buscar el ritmo en los poemas que me salen de las cuerdas de nylon que traigo atoradas en la garganta. En los performance me hierve la sangre y en el slam poético el Dionisio que traigo adentro me brota. Ya jamás rimo por no parecer anacrónico uso el enter y el shift a mi antojo, escribo sumergiendo las yemas de mis dedos en los recuerdos de los padres de otros y hablo en cursivas y en helvéticas mutiladas. Ahora escribo dos clases de poemas: a mi exnovio y a los demás Ambos malos. Consejos para lingüistas que de su profesión hicieron mundo Pragmáticas piernas que sostienen tu lingüística: El aparato fonador de los deseos. Pronuncia bilabiales, mujer, con los dos pares de cuchillos que te dio la herencia. Cueva de Sésamo, labra en la semántica tu tacto, como estela prehispánica, escribe en sus paredes tus anales. Y en los anales, mujer, nunca te tenses que los dolores no sólo se sienten en el corazón. Dile que te bese, que junten tus dos bocas con la suya. Háblense en vocales medias, prepalatales y velares luego; háblense como si recitando poesía fuéranse a acabar las palabras del mundo hasta haberse consumido todos los triángulos vocálicos. Nunca te canses de hablar, mujer, vive en el perenne gerundio de tu sexo y arrasa con las dentales de aquellos que sólo mordiscos saben dar. Trágate todas las lenguas del universo que ser políglota te abrirá el léxico y las puertas. Sólo una última advertencia: No escuches ni pronuncies, mujer, el pluscuamplerfecto: Burla de los amores subjuntivos. |
Tonatiuh Chan Higareda (México, D.F., 1993). Editor. Ganó el segundo lugar en el concurso 43 de Punto de partida en la categoría de cuento breve y recibió mención honorífica en el no. 45. Director general de las revistas Morbífica e Iboga. Es miembro del consejo organizador de la Feria de Revistas y Publicaciones Periódicas Independientes (FIRPPI) en su edición de la FIL Zócalo.
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