TRADUCCIÓN / febrero-marzo 2020 / No. 84
Siete poetas lusófonos


Ernesto Moamba
Las huellas en el paseo del viento

¡Tú duermes, mi virgen África!
Duermes más que una piedra estática.
Mientras no despiertas
Tu mundo se marchita.
Levántate del silencio
Y escarba en mi cuerpo precioso.

Oh, madre África misteriosa,
Vestida del aroma de oro
Y mineral,
¿Cómo deambulas en lo alto de la soledad?

Mi madre,
Mi reina,
Mi virgen
E idolatrada vanidosa,
Te entreveo lagrimear
Entre las paredes insólitas de la olla de barro,
Curvándose a los pies de Cacana y Nhangana;
De las resinas verdes bajo las hojas del
Baobab.

Mi madre,
Tus ojos desnudos reflejan
Heridas de desesperanza
Marcas de soledad,
Sonrisas de omisión,
Régimen histórico
Y muertes de las órbitas en los hospitales

Madre,
Te veo clamando
Sobre las montañas de Zambeze,
Ríos y lagos del Nilo.
Lamento sus grandes sonrisas
Que hoy te condenan a la soledad y a la desesperanza.

Madre,
Oigo el romper de su cuerda vocal
llorando la histeria de una politica
(vieja y empolvada).

Sus hijos (a cambio de libertad)
Reportando hechizos
Y deudas acumuladas.
Condenados al trabajo
Y a la gloria atrasada.
Te veo lamentar
(de rodillas) cavando tumbas.
Desterradas en el ombligo de sus ojos

Mi Madre,
Te oigo carcajear con tu azadón de palo
Rasgando la tierra por una migaja.

Dime, madre:
¿Por qué cargas cicatrices;
Mi cuna corazón,
Hijos magistrados condenados sin razón?

Su sangre, madre,
Irrigando arena en el rocío de la mañana.
¿Por qué tantos misterios?
Guerras en Save,
Y delírios de las armas en Muchungwe
Estiaje y sequías inmundas.

Mi Madre,
Su cuerpo me pone a dudar
De ti, mi amada,
Mamá África.


                                                                                                              De Liberta-te Mãe África, Editora do Carmo, 2016



Alberto Pereira
El principio de la noche

El principio de la noche
es un pequeño que acabó.
Temprano el pensamiento aprende a ser boa.
En la garganta crecen semáforos.
Llevar las palabras al sastre,
medir el verbo,
enseñar meditación a las sílabas
y a veces,
detonar metáforas, engullir las alas.
La lengua va andando hasta la cólera,
alquilar venias a los labios es parte del protocolo.

La continuación de la noche
es un hombre que rechaza tormentas.
Procurar la montaña, suicidar pájaros,
sentar el poema en el banquillo de los acusados.

Los años son ramo de cardos
escondidos en el bolsillo.
De repente el bolso queda roto,
el horizonte pica.
Se mira el cielo.
En su atelier de iglesias,
Dios dibuja el cesto de limosnas.
Por cada bondad ectópica
rezar diez fantasmas.
Y el desierto así hace,
de rodillas va aliviando cólicos a los pecados.

Los hombres avanzan,
la lepra fue el oficio del tiempo.
Lavar los dientes a las sombras
da derecho a una iglesia en el cielo.

En las catedrales,
los accionistas de sotana,
alertan,
el paraíso está en crisis.
Que importa eso,
la inflación del paisaje merece el esfuerzo.

Un día las arrugas traen al crío.
Los juguetes recuerdan aquella fotografía
y cuentan todo.

El hombre es una iglesia sin ningún cielo.


                                                                                                              De Poemas com Alzheimer, Glaciar, 2013



Maria do Rosário Pedreira
No digas a lo que vienes

No digas a lo que vienes. Déjame
adivinar por el polvo en tus cabellos
qué viento te mandó. ¿Es lejos
tu casa? Te doy la mía: leo en tus ojos

el cansancio del día que te
venció; y, en tu rosto, las sombras
me cuentan el resto del viaje. Anda,

ven a reposar los martirios de carretera
en las curvas de mi cuerpo — es un
destino sin dolor y sin memoria. ¿Tienes

sed? Sobra de la tarde apenas una
tajada de naranja — muérdela en mi
boca sin que lo pidas. No, no me digas
quien eres ni a lo que vienes. Decido yo.


                                                                                                              De Nenhum nome depois, Quetzal, 2004



Marta Cunha Caldeira
del libro del deseo y otros despojos (I)

paisaje quemado en busca
de renovada agua
deformidad curvilínea
buscando otra de sustento
: así es
la tierra que traemos aferrada a los huesos

brazos de cielo en ruinas
ojos que construyen casas
habitaciones breves de otros
abrazos y manos
que dibujan en el horizonte
la boca toda de palabras
sorbiendo el aire y volando
por sobre nosotros los poemas: por ejemplo,
el amor hincha hombres en los vientres
deshabitados de las mujeres y
desata las raíces de los árboles
en que el sueño es flores que disfrazan el sabor acre de la niebla
y empapan de miel y orden
el caos de la sangre
para que al fin de la noche
las heridas abran en fruto
el corazón de la mañana


                                                                                                              Inédito



Manuel Neto Dos Santos
Mi alma vive por el sentido del olfato

Mi alma vive por el sentido del olfato; en realidad. Huelo los senderos y los rastros y los rostros y los restos de las palabras. Les procuro el valor, el ritmo, la imagen. Voy en su rastro, por la fluidez del gozo, pues en ellas me retrato. Por una sensación cualquiera, entumecida, gano la rigidez del sentido de todo el estímulo, como si el ritmo y la música fuesen la atalaya de donde me avistase, lejanamente, en una nitidez abstracta. Mi alma vive por el sentido del olfato; en realidad. Todo lo que es bello apenas llegó a este estado por mucho haber sufrido; inhalo la existencia por los orificios del oído. Nada me distrae ni dice: "¡traicionar!". La distancia te dice, ansiosa: Me elogia la incertidumbre de los pasos, y la seguridad del destino ya sabido… Todo en mí despierta del sueño letárgico y gano el nerviosismo de los reptiles que se calientan al sol, sobre el cercado musgoso hablando, aún, de las lluvias generosas. Mi alma vive por el sentido del olfato; en realidad. En contacto con las rosas. No corro en lo que escribo (un día vi allí la edad). Atento a donde pongo los pies, escribo como escultor dibujando, mentalmente, la forma antes de soltar el golpe. Huelo el empedrado de emociones, para contarte lo que no sé, y palpo las palabras, como un ciego la ausencia de bastón. Mi alma vive por el sentido del olfato; en realidad. No sé por qué… Apenas sé que aún me falta retratarla.


De Círculo do fogo, arandis editora, 2016



José António Patrício Pereira
Lamento negro

¡Tengo hambre!
Transporto en las tripas los dolores
de tan grande apetito.
En la garganta el grito contenido
de la revuelta que me sofoca.
Me falta el aire
la justicia...
¿Por dónde anda
la igualdad?
Me roban el pan,
el sudor del rostro,
el trabajo de las manos.
La dignidad la tengo
cubierta por andrajos.
La vida por harapos.
Del jornal poco queda,
amargo níquel
que no me mata
la desdicha.
A la vasija le veo el fondo
con cada caldo que vierto...
Cuento los huesos
en aritméticas avergonzadas.
Me quieren manso,
ignorante...
Marioneta a los caprichos
del mandamás.
Me dan la libertad
de ser esclavo.
Tengo hambre...
¡Señores, tengo hambre!


                                                                                                              Inédito


Carlos Fernando Bondoso
Versos de un poema

al viento diré

eres la proa de un navío
donde extiendo el pecho
y los ojos
a las aves enloquecidas de mar

eres la sal
que reposa en el cuerpo
de la sed
de tanto querer ver

inseguro líquido infame

tiendo la mirada
a la ciudad
que resiste
al viento y a la voluntad

triunfante

me queda el rumor del agua
de las plazas
de los cuerpos consumidos por el tiempo
que se agitan
en mi mirar vertiginoso

nada se impone
todo sobrevive
en los versos de un poema
que quema
la desnudez de las mañanas
y la suave brisa del silencio


                                                                                                              De Cristalidades, Modocromia, 2017




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Arturo Jiménez Martínez (Xalapa, Veracruz, 1979). Biólogo por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, maestro y doctor en Ciencias del Suelo por el Colegio de Postgraduados Campus Montecillos. Ha ganado varios concursos de poesía y declamación. Ha colaborado en el periódico Epígrafo de Morelia.


Ernesto Moamba (Mozambique, África, 1994). Estudió Contabilidad General Básica y Financiera, Gestión de Materiales y Educación Financiera. Ha participado en diez antologías nacionales e internacionales. Es autor de Liberta-te Mãe África (Editora do Carmo, 2016) y O coelho fugitivo entre a esperteza e o medo (Editora Folheando, 2018). Ha recibido varios reconocimientos y es miembro fundador de la Academia Mundial de Cultura y Literatura (AMCL).

Alberto Pereira (Lisboa, Portugal, 1970). Es licenciado en Enfermería y cuenta con estudios de posgrado en el área forense. Publicó los libros O áspero hálito do amanhã (Edium Editores, 2008), Amanhecem nas rugas. Precipícios (Edium Editores, 2011), Poemas com Alzheimer (Glaciar, 2013), O Deus que matava poemas (Glaciar, 2015), Biografia das primeiras coisas (Seda publicações, 2016), Viagem à demência dos pássaros (Glaciar, 2017), Bairro de Lata (Sulcineia Catadora, 2017) y Como num naufrágio interior morremos (Editora Urutau, 2019). Ha recibido varios reconocimientos y ha colaborado en varias antologías de cuentos y poesía. Algunos de sus poemas han sido traducidos al español, francés e inglés. Es miembro del PEN Club Portugués.

Maria do Rosário Pedreira (Lisboa, Portugal, 1959). Se licenció en Lenguas y Literaturas Modernas. Recibió varios premios literarios y ha participado en numerosos encuentros de escritores en Portugal y en el extranjero. Sus poemas están traducidos a varios idiomas y publicados en antologías y revistas literarias en diversos países. Ha sido profesora y actualmente es editora responsable por los autores portugueses en el grupo LeYa.

Marta Cunha Caldeira (Guiné-Bissau, Portugal, 1962). Estudió Derecho en la Universidad de Lisboa.

Manuel Neto dos Santos (Alcantarilha, Portugal, 1959). Estudió Filosofía en la Universidad de Lisboa. Es actor, escritor, declamador y traductor. Colaborador en diversas revistas de poesía de Portugal y España.

José António Patrício Pereira (Óbidos, Portugal, 1963). Cursó Ciencias de la Comunicación y cuenta con estudios de Teatro. Es autor de Exílios (Insurgente Editora, 2017). Blog: <www.apontamentosdebabel.wordpress.com>.

Carlos Fernando Bondoso (Moimenta da Beira, Portugal,1951). Actualmente vive en Vila de Alcochete en Portugal. Ha publicado los siguientes libros de poesía en la editorial Modocromia: Cor púrpura (2012), A outra face do verso (2014), As cores do meu silencio (2015), Voos picados (2015) y Cristalidades (2017). Ha publicado As Flores do Mal y Gente de palavra. Forma parte de varias antologías de poesía contemporánea.

 

Punto en Línea, año 16, núm. 110, abril-mayo 2024

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Editora responsable: Carmina Estrada. Reserva de Derechos al uso exclusivo núm. 04-2016-021709580700-203, ISSN: 2007-4514.
Responsable de la última actualización de este número, Dirección de Literatura, Silvia Elisa Aguilar Funes,
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fecha de la última modificación 10 de abril de 2024.

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