A lo largo de 15 años, la revista Punto en Línea ha buscado ser un espacio para todas aquellas voces, manos y miradas emergentes. Durante tres lustros hemos recibido colaboraciones de distintos estados de la República —y de otros países—, enviadas por un grupo etario amplísimo, que va de las infancias hasta las personas de la tercera edad. No obstante, generaciones de jóvenes mexicanxs, en su mayoría estudiantes, han hecho de Punto en Línea un espacio propio y plural para colaboradorxs y, sobre todo, para lectorxs.

Punto en Línea es un esfuerzo conjunto del equipo de Punto de Partida y de Ediciones Digitales de la Dirección de Literatura y Fomento a la Lectura de la UNAM. A todxs ellxs, un agradecimiento sincero por hacer posible que esta revista circule oportunamente cada dos meses.

Una coincidencia matemática ha unido el decimoquinto aniversario de la revista Punto en Línea y su edición número 100. Por ello, decidimos lanzar una convocatoria especial cuyo tema fuera la celebración. Los textos y trabajos visuales aquí compilados dialogan de distintas maneras —y desde varios ángulos— con las celebraciones. La pospandemia y la aparente vuelta a la vida de antes es, sin haberlo propuesto, el eje principal de la mayoría de las obras (como las de Verónica G. Arredondo, Guillermo Bejarano Becerril, Carmen Macedo Odilón).

Sin embargo, es oportuno mencionar algunas otras líneas que se desarrollan en este número: la infancia (Armando Salgado y Laura Carrasco Maldonado), lxs amigxs (Bertha Lizbeth Flores Camacho, Aldo Martínez Sandoval y Sebastián Díaz Barriga), la familia (Leonardo Daniel Córdova Córdova), la diversidad sexogenérica (Andrea Trillanes, Julio Colín y Luz Cecilia Andrade Reyes), la lengua (Andrés Piña) y, por supuesto, la fiesta (Daniela Albarrán, Alejandro Sánchez Cancino, Uriel de Jesús Santiago Velasco, Emiliano Trujillo González, Ulises Flores Hernández, Yola Reyes, Guillermo Alvarado García, Ariatna Gamez Soto, Eduardo Cerdán, Franco García y María Cantero García, cada unx con distintos matices y enfoques) por mencionar tan sólo algunos ejemplos.

Por otro lado, destacan aquellos textos que cuestionan las actitudes “habituales” de celebración, como en el caso de las personalidades introvertidas (Elizabeth Ruiz), las celebraciones sin más gente que quien se celebra (Bruno Damián de Gante Gaínza) o la percepción sobre las reuniones en tiempos de pandemia (Andrea González Medina). También es importante señalar la actitud crítica de otros textos, y más cuando los discursos celebratorios disienten de la realidad (Andrea Trillanes). Luego de nuestro dossier, podrán leer reseñas que Elisa Aguilar Funes y Cecilia Sangabriel hacen, respectivamente, de El cuarto jinete de Verónica Murguía y El adversario de Emmanuel Carrère. Este número cierra con la crítica que Rodrigo Martínez Martínez hace de The Janes, un documental sobre el grupo homónimo de activistas feministas que gestionaron alrededor de 11 mil abortos seguros y accesibles en Chicago.

La celebración a la amistad y a los familiares, a las identidades y a lxs prójimxs, los festejos con bocinas y alcohol o con la música callada, las voces que corean canciones o que se alzan para denunciar también nos permiten detenernos, por algunos instantes, para respirar un aire más fresco en los brazos del festejo y poder vislumbrar nuevas luces, luego de una temporada oscura que parecía no acabar. “Sit. Feast on your life” (“Siéntate. Celebra el festín que es tu vida”) nos recuerda el poeta Derek Walcott. Pero ese banquete no sabría igual sin las demás personas. A ti, queridx lectorx —que nos has acompañado por muchos números o quizá desde hace algunos minutos—, te debemos las gracias. Por más años de Punto en Línea y por ti. ¡Salud!