En la pulquería Santa Sabina, la hijita del pulquero afirmaba que en el local había duendes que sólo ella y los clientes más ebrios podían ver. Tanto lo dijo que los borrachos debieron creerle, pues muy pronto varios decían haberlos visto. No obstante, los duendes nunca le creyeron al espectro de la niña que de vez en cuando se les aparecía y afirmaba vivir en una pulquería rodeada y querida por muchos hombres borrachos.
Prudencia
Atento a la historia del viejo que al cumplir sesenta años de fumador simplemente dejó de fumar para cuidar su salud y tres días después murió atropellado, no me aparto de mis vicios ni de los semáforos.
El crimen
Era apenas un ruidito, un desangelado murmullo, que de inmediato fue devorado por un gigantesco silencio.
Historia de un hombre famoso
Hacía una semana que se había vuelto muy popular, su nombre era mencionado constantemente y aparecía en programas de radio y televisión, ganó la atención de su jefe y el aprecio de sus compañeros de trabajo, los vecinos ahora lo saludaban cariñosos, su madre volvió a dirigirle la palabra, sus antiguas parejas telefoneaban para preguntar cómo estaba, y hasta su ex esposa había vuelto y no se separaba de él. Por eso, al llegar esa noche a su casa, no se sorprendió de encontrar tanta gente esperándolo afuera, hasta que vio la cara del policía y del médico forense y no supo cómo explicarles que el cuerpo de su hija estuviera enterrado en su jardín.
Precauciones
Sabía que si algún día lograba salir de ahí sólo sería para vengarse. Quizá por eso le habían echado tres metros de tierra encima.
Enrique Ángel González Cuevas (Ciudad de México, 1986). Estudió Filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Ha publicado en las revistas Punto en Línea y Asfáltica.