Creation does not start until we destroy prestructure.
Heriberto Yépez, del taller en Naropa La poesía ha dejado de ser. Ha sido despoesía. Quitada del cuerpo. Limpiada. Poesía no es más que poseía. El avatar poético derrocado. La verdadera poesía es acto, manifestación performática. La poesía estado extático del devenir lectura o acto corpóreo: del canto. Hacer chamánico como poesía que desposeo. Como una unión no pretenciosa ni simuladora, sino como manifestación cataclísmica. Al volarme me caigo y quedo limitado por el cuerpo. Estoy aquí d e l i m i t a d o, al grado de que HOY siento nostalgia de HOY José Vicente Anaya desposee porque comparte. Hace en un principio una escritura colectiva, desde que sumerge en sus textos a las plantas, a los lugares, a las visiones. Anaya desestructura. Anaya revuelve. Devuelve. Reacciona.
Para vivir esta poesía es necesario escuchar del autor mismo el canto que de ella hace. La desestructuración de la normal lectura y la vuelta al canto- acción-ritual demoledor. Gertrude Stein decía que para entender realmente un libro-texto era necesario o copiarlo o corregirlo —para ella la práctica normal de la lectura era incompleta. El ritual desde la voz es otra de esas formas de realmente llegar al texto, de sentirlo. Anaya comparte y hace suyo el momento, lo transforma. Ritual poético.
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Ilustraciones: Gidi Estefani Loza Torre (Torreón, Coahuila, 1985). Escritora y diseñadora gráfica. Actualmente vive en Tijuana. Ha colaborado con la productora audiovisual YONKEart, y publicado textos diversos en las revistas Tierra Adentro, Altanoche y revistavolante.com. Por el momento traduce a Gertrude Stein y Juliana Spahr. (
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