La marcha LGBT+ regresa a las calles de la Ciudad de México
Luz Cecilia Andrade Reyes
El 25 de junio de 2022, después de dos años de pandemia, cientos de personas se dieron cita en el Ángel de la Independencia con el objetivo de celebrar la libertad y diversidad sexo-genérica, así como para exigir justicia por los crímenes de odio en todo el país, durante la 44 Marcha del Orgullo LGBT+.
Eran las doce de la tarde y el calor sofocante no daba tregua sobre Paseo de la Reforma, sin embargo, esto no detuvo a la multitud congregada desde las 11 de la mañana alrededor del ángel dorado.
La cita se había acordado días antes en redes sociales; todxs lxs presentes sabían que después de dos años y medio era necesario volver a tomar las calles que en ese momento estaban repletas de una marea de banderas multicolor, cada una en representación de una parte del movimiento LBGT+.

Tras la llegada de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, hora y media tarde, muchxs de los presentes se mostraron inconformes por tener que esperar a la funcionaria pública, dado que la marcha no tenía que depender de la aprobación de ningún representante de Gobierno para dar inicio.
一Es una falta de atención a todas las que estuvimos y a todos los que estuvimos acá hace 44 años. Nuestra marcha es revolucionaria, contestataria, no nos pueden decir a qué hora nos vamos. ¡Vámonos, que es nuestra! 一exclama frente al micrófono una de las voceras del Comité Orgullo y Dignidad, vestida de falda y blusa negras con remaches dorados a juego con sus pendientes y collar largo, que por un momento fue silenciada al desconectar su micrófono.
一¡Esta marcha ha sido contra el sistema y el sistema nuevamente nos vuelve a invisibilizar!
Fue así que, tras algunos minutos tensos para las, los y les asistentes, lxs líderes de los contingentes dieron inicio a la 44 Marcha del Orgullo LGBT+ en la Ciudad de México.

Cerca de la Torre del Caballito un cartel azul con letras rojas y azules ostenta la frase “ser hétero fue mi fase”. Desde el carril lateral de Eje Central, por donde transitan las bicicletas, se leen varios letreros de “se dan besos gratis” que alborotaban a las, los y les presentes en más de una ocasión. Pese a las medidas sanitarias de seguridad por la pandemia, no faltó quien se animara a darlo e incluso pidiera “un piquito” a cambio de mariguana.
Sin embargo, los besos no eran lo único que se ofrecía durante el caluroso recorrido. 一¡Se venden pitos, se venden pitos! 一gritaba la mujer comerciante que vendía aguas frescas y cervezas en tarros con forma de falo.
Los comerciantes jugaron un papel importante, pues la venta de sus productos salvó a más de una persona de la insolación o de no ir bien preparadx a la marcha. Hubo en la celebración desde collares de colores, banderas y comida hasta bebidas alcohólicas bien preparadas frente al cuerpo policial, conformado por 700 agentes y 50 vehículos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).
Conforme pasaron las horas y caía la tarde, nuevos contingentes y personas de todas partes, incluso de otros estados, se unieron a la manifestación rumbo al Zócalo capitalino caminando, en bicicleta e incluso en patines.

一Yo vine desde Tianguistengo, Estado de México, por primera vez a la Ciudad para participar en la marcha. Transbordar en el metro fue una odisea porque nunca lo había hecho pero seguir a la multitud me ayudó a llegar al lugar de la marcha 一comenta una chica trans sentada frente a los jardines de Bellas Artes.
Entre las, los y les asistentes, también participaron infancias, mujeres embarazadas, así como madres y padres que con carteles en mano apoyaban a sus hijxs uniéndose al andar colectivo.
Los derechos a la diversidad, una lucha histórica
El orgullo es un proyecto político histórico que surge desde la comunidad de la diferencia para contrarrestar las ideas negativas, y en su mayoría prejuiciosas, sobre las personas no heteronormadas. Busca enunciar la dignidad de formar parte de las personas LGBT+ y hacer frente a los discursos que las criminalizan y tacha n como anormales o amorales.
Con medias de red, zapatos de tacón kilométrico , maquillajes de alta gama y atuendos extravagantes, muchos de ellos reprobables cualquier otro día del año por las autoridades presentes menos éste, los contingentes multicolor hicieron pasarela y posaron indistintamente sobre Paseo de la Reforma, Avenida Juárez, Eje Central y Cinco de Mayo para toda y todo aquel espectador que quería una foto con ellxs como si de un carnaval se tratase, sin embargo, no siempre fue así.

Las movilizaciones por la diversidad sexual se remontan a los años setenta, década marcada por la liberación del cuerpo y las relaciones sexoafectivas diversas, así como por la represión policiaca.
Se considera que la primera Marcha del Orgullo en el país tuvo lugar en 1979, cuando diversos contingentes de homosexuales salieron a las calles a exigir un alto a la represión sexual y política hacia la diversidad en la extinta Plaza Carlos Finlay.
No obstante, ésta no fue la única movilización, pues el movimiento lésbico de 1976, conformado por varios contingentes de mujeres nombradas abiertamente como lesbianas, también formó parte de este proceso de lucha por el espacio público para el reconocimiento de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, travestis, transexuales e intersexuales (LGBTTTI+) en México.
Actualmente la celebración ha crecido tanto que no só lo miles de marchantes se reúnen para vivirla, también cientos de espectadores desean ir al evento con tal de ver las vestimentas llamativas y los carros alegóricos con famosos cantantes, artistas e influencers sobre ellos.
Sin embargo, aún queda mucho por hacer.

La lucha continúa los 364 días restantes del año
Aunque la comunidad LGBT+ mexicana ha conseguido múltiples logros, como el matrimonio igualitario en 21 estados del país, y la ley de identidad de género que rectifica el género y el nombre de las personas trans en sus actas de nacimiento, en lo que va del año se han registrado 35 casos de agresiones a la comunidad, de los cuales 28 son asesinatos, de acuerdo con estadísticas del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio de la Fundación Arcoíris.
Además, México es el segundo país en América Latina, después de Brasil, con el mayor porcentaje de transfeminicidios. De 2020 a la fecha se han registrado 79 crímenes de odio, 43 de ellos a mujeres trans.

Pese a que la lucha continúa y la diversidad se celebra cada 28 de junio, Día Internacional del Orgullo LGBT+, seguimos viviendo en una sociedad trans y homofóbica que por un día celebra y empatiza con el movimiento y los 364 días restantes violenta, estigmatiza e invisibiliza a las personas de la diferencia.
El final de un día de colores
Fue la lluvia, que con intensidad caía sobre el Centro de la Ciudad, la que disipó a la gran mayoría de asistentes y los obligó a refugiarse en diversos establecimientos alrededor de las siete de la noche. Sin embargo, eso no detuvo a aquellos que esperaban en las enormes filas para ingresar a los antros más conocidos como el Marra, Soberbia o la mítica Purísima, que había abierto nuevamente sus puertas y estaba dispuesta a recibir a todxs aquellxs que deseaban festejar hasta la madrugada el regreso de la marcha del orgullo, la diversidad y la dignidad sexodivergente a las calles.

“La marcha LGBT+ regresa a las calles de la Ciudad de México”, de Luz Cecilia Andrade Reyes