La mítika mákina de karaoke
Juan Pablo Ramos
México, Fondo de Cultura Económica/Fondo Editorial Tierra Adentro, 2022, 147 pp.

Pablos es también un flâneur o, para continuar con el símil, un caballero andante que recorre la ciudad y la describe desde su muy distintiva óptica. Podemos atestiguar sus fenómenos sociales más alarmantes: la pobreza, el clasismo, la delincuencia y las soledades de los personajes que integran estas aventuras. En esta urbe chocan frontalmente una descarriada promiscuidad homosexual contra un machismo reaccionario y violento. Quedan retratados los esfuerzos abnegados de una madre soltera por sacar a su familia adelante. Un hombre de la tercera edad que agoniza en los desoladores hospitales citadinos. El acoso escolar. El esnobismo y la fantochería. En fin, un fotograma sórdido de lo que a todas luces es una época oscurantista en más de un sentido.
Ahora bien, el autor de la novela, Juan Pablo Ramos, no sólo ha conseguido retratar esta podredumbre atroz y desoladora, también ha hecho el prodigio de convertirla en materia humorística. Escrita con un lenguaje rupturista lleno de argot generacional, jerga de internet y vocablos del universo LGBT (algo notorio desde el título), La mítika makina de karaoke constituye un montón de ironías, críticas y burlas a su época y a su sociedad. En ocasiones recuerda el estilo cómico-grotesco de los films de John Waters como Pink Flamingos o Multiple Maniacs, un toque de la sorna a los intelectuales que hace Woody Allen en películas como Annie Hall y, en cuanto a la tradición mexicana, un humor al estilo de los sketches del programa televisivo de culto Desde Gayola.
La novela además experimenta con otros fenómenos literarios: la autoficción, la literatura gay, la novela de formación… rubros que los académicos y los críticos podrán valorar en análisis rigurosos que intuyo serán de mucho provecho. La obra está ordenada a manera de compact disc en el que se habla de "tracks" en lugar de capítulos, y cada uno está titulado como alguna canción pop latinoamericana que guía el eje del conflicto. Al igual que en Generation X de Douglas Coupland o en El Rey Criollo de Parménides García Saldaña, la obra da muestra no sólo de una calidad literaria sino también sociológica, pues compendia prácticas, gustos, problemáticas y sentires de una generación que no tardará en ver su ocaso. La mítika mákina de karaoke es una muestra mexicana de lo que Zygmunt Bauman llamó los tiempos líquidos.
Entre los personajes podemos encontrar: "aspirantes a escritores, metaleros prepotentes, oficinistas quebrados, indigentes, tarotistas, estafadores, reguetoneros nefastos, chavitas del Claustro que se creen Pita Amor y supuestos hijos de los poetas infrarrealistas originales", todos en constante conflicto unos con otros y, especialmente, como una amenaza a la frívola fantasía pop en la que Pablos quisiera vivir, una angustiante pugna entre la realidad deprimente de la ciudad y la realidad acaramelada que fabrican televisoras y disqueras, todo descrito con la germanía millennial de la CDMX.
Al optar por la cultura popular como protagonista por sobre la alta cultura, la novela de Juan Pablo Ramos se vuelve muy hospitalaria con toda clase de lectores, cualquiera reconocerá los referentes a los que el autor alude y gozará con el humor. Su espíritu iconoclasta no está fundamentado en una vana petulancia como suele pasar entre los autores que adoptan el ridículo malditismo latinoamericano, sino en un genuino amor a la tradición pop que nos marcó a finales del siglo pasado; esto hace que La mítika mákina de karaoke no sólo refleje la historia del arte pop sino que en sí misma sea arte pop: un curioso caso en el que la cultura de masas engendra una pieza que, sin ninguna duda, también puede llevar el título de alta cultura.