De la importancia de la sangre en el reconocimiento de ciertas especies
Recuérdame como la peor de las bestias. Como un asesino que se sentaba a comer contigo sin haberse lavado las manos.
Recuérdame por un miércoles cualquiera.
No tiene importancia.
Yo te seguiré reconociendo por la sangre
El último deseo del perro
Queridas mías a quienes amé como santas. sólo les pido un par de cosas.
Al morir no llamen a un sacerdote ni dejen que nadie se me acerque por favor, no embarren mi cuerpo con unciones de rosas.
Simplemente lamed mi cuerpo a la altura de las costillas y después escupidme en la boca. Me daré por bien servido.
Cordero
A Benjamín Morales
Descansa cordero que es más fresco y verde el pasto en el sueño.
Pájaros negros
Dulces bestias de las cuales he olvidado sus nombres y que sorprendo a todas horas en todos lados. Cantad como en el primer día que su canto dulce como un mango enorme se pudre pronto en el ambiente y nos recuerda que no hay nada en mundo que no sea corruptible.
Del libro de la saliva
* La piel de una burbuja es siempre un milagro. Es idéntica a la de un reptil transparente que muere al final de un sueño.
* Una burbuja a la mitad de la saliva es la mejor metáfora de la vitalidad es como un moribundo que intenta tomar un poco más de aire antes de ser besado por la muerte.
René Morales Hernández (Ocozocoautla de Espinosa, Chiapas, 1981) es licenciado en Lengua y Literaturas Hispánicas por la Universidad Nacional Autónoma de México. Ha publicado en las revistas Solario, Viento en Vela, Lenguaraz, Shampoo, Punto de partida y Alforja, así como en los periódicos Diario de Chiapas y El Universal. Es coautor de los libros Tentación dedecir (UNAM, 2002) y Espacio en disidencia (Praxis-Velamen, 2005).