Epílogo I
DESEMBARCO EN EL PAÍS SALVAJE
hacia el progreso, atado, fijando el remezón del sueño sumergido en vinagre, las aguas milagrosas del cielo bajan por la cañada de la madre abierta, tensa, y temblorosa para que el día empiece. Para que encubra su equilibrio la vida con su juglar de luz, con su lagarto de sol, para que yo viviera. Para que yo enseñara el músculo a este público ausente, a este público urgente y maravillado por el miedo que protege sus recuerdos en el combate de leer o de posar la mano. hábiles cenizas que han llegado creciendo contra el fuego y la piedra al hogar del silencio. A esta línea imprecisa donde la respiración se atrasa y todo tiempo pasado deja de ser mejor, deja de ser certeza. concentradas las migas y el huso de la ausencia lustrada a diente, las manos viven tocando empuñando secretos para entender que la imagen no se detiene. Despeñaderos de sombras que adoran las cabezas que sólo se interrogan detrás de las palabras (único lugar donde se interroga). y así, vamos de pie o de la mano bajo un cielo salivado por ese bronco lagarto que cancela sin quejarse sus decoraciones. Arrasando el conocimiento la transcripción de esta voz ―sin torso― que prefiere la tinta suelta a su sangre-lava. Buscando el amo en la línea o el mayoral inclemente que nos deje fatigados hasta vagar placenteros en la equivocación peligrosa de olvidar qué somos. Hasta iniciar arruinados la mediocridad laboriosa de otros mundos, otras preocupaciones. Y así, yo me propongo a escribir yo me decido a escribir para mentirme que parto ―cuando no es cierto― para escupir este sueño de haber vivido.
(De La Bestia vencida)
AQUÍ ME TIENES ENTONCES ANTE TI
CON LOS MUÑONES COMPLETOS/ CON LA SONRISA AVANZANDO VERGONZOSAMENTE COMO UNA TORTUGA/ CON ESTOS MIEMBROS DESHECHOS COLGANDO INÚTILMENTE HACIA NINGÚN HORIZONTE HACIA NINGÚN MISTERIO
SIN BRÚJULA SIN ROSA DE LOS VIENTOS
pero hay que levantar la careta ponerse una cabeza por debajo y salir a la calle Prepararse como el poema desde la indecencia o el incendio a la formalidad A la estructura hay que levantar la careta rellenarla de besos por la mañana Abrazar a la esposa: esta mujer que escogí para sentirme vivo para saber que sigo tibio Echando espuma hay que levantar la careta reconocer los modales traficar con la fantasía Resignarse: vivir ese suicidio cotidiano repetirse: EL AMOR EXISTE EL AMOR EXISTE EL AMOR EXISTE EL AMOR EXISTE morderse el dedo índice con ganas cuando pretende rasgar a ratos el panel de la duda Preguntarse acaso si somos tan humanos Si ha valido la pena este viaje hacia nosotros mismos: esa mujer o madre degollada con un espejo de bronce sobre sus rodillas mientras se pinta el labio ahora el espectro de mi verdad acecha como un jaguar en cualquier desnudez roncando tras un cerebro ahora el espectro de mi verdad escapa de los armarios de los cencerros y dura a la intemperie de la luz y de la sombra ahora el espectro de mi verdad agita compulsa quiebra cada pequeña mariposa cada pequeña escalera donde mi corazón pueda dormirse donde mi corazón pretenda clavarse como un mapa ahora el espectro de mi verdad grieta las risas audaces tumba todas las casas y pone en trono al Señor más castigado: ese niño que soñando otro destino ha probado todos los venenos de los cuerpos Ha roído todas las palomas en un rincón de aire Ha masticado porque el azul sólo es azul cuando llovizna y se derrama la materia y entonces sí podemos vernos Como un cuadro de Munch podemos vernos Hasta los árboles entonces prefieren incendiarse a cobijarnos mi madre me había dicho: el mundo es bello Mi padre me había dicho: la tierra se trabaja el fruto es bello Mi hijo me había dicho: yo seré bello Pura irrealidad pero hay que levantar la careta ponerse una cabeza por debajo colgarse un cuello Salir a sacudir la longitud del cuerpo por todas las esquinas de este mundo Leer bien los letreros Abrir bien las carteras los corazones Pegarse un Sí sobre la frente como un Jesús de ceniza Desvelado evitar la caída o explicarla: a) yo soy un hombre que no es un hombre buscando la verdad en sus cajones de infancia En los primeros dibujos de horizontes En sus primeros juegos de baseball con los niños que cuidaban una araña en la mano como si fuese un sol b) yo soy un hombre que no es un hombre suelto bajo las prendas como un cuchillo Dispuesto a herir a los otros que se que mienten Dispuesto a asesinar para tranquilizar el ritmo tan limpio tan inhumano de nuestras cenizas que se mueven en círculos hasta palidecer la página Hasta escaparse
PERO LA MATANZA ES MÁS HUMANA EN MI CABEZA repito: TODA MATANZA ES MÁS HUMANA EN LA CABEZA
cuando hay fornicación hay casa limpia y plato servido en la más completa oscuridad Cuando hay fornicación hay amistad rencorosa y mis niños se pegan a mí se pegan a mí y no saben comportarse Cuando hay fornicación huyen de mí reflejadas en el semen todas las mujeres que amé festivamente hasta la caverna misma de la esencia Huye de mí la humildad sus tetas estrujadas sus tetas moreteadas como ciruelas Cuando hay fornicación huye de mí la desnudez de mi cuerpo y se posa un cadáver valiente un cadáver sublime que se ríe de tanta boca apresurada (entre un bosque de lápices y botellas vacías donde mi generación vuelve a orientarse Vuelve a rastrear su nervio) entonces ella gimiendo contra ella misma Muriendo contra ella misma Muriendo por su costado logra dormirse Y yo torno a esta guarida a este recinto cuarteado como una vaca enferma donde la lluvia se filtra y hay poca luz de luna y poca tinta regreso a la escritura A ese útero empeñado en disminuirse Regreso a casa pero a esta casa donde mi padre soy yo y mi madre yo Y nos parece insuficiente el presentimiento Regreso como una vaca enferma a los establos más blancos que el hospital más negro Regreso y no soy yo el que vuelve Al mismo tiempo que nunca he sido yo el que se marcha
(De Demonia Factory)
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