Creo que los aeropuertos, inhóspitos de sí, son una especie de limbo. Un no-lugar o un interregno. Así, las horas (no)vividas en el Charles de Gaulle o en el Esperadinha no implican que hayamos pisado París o Cabo Verde. En contraste con esta idea, el ecuatoriano Eduardo Varas convierte a la sala de espera en una suerte de viaje metaliterario donde la presencia insoslayable de Roberto Bolaño no queda sólo en mención sino que se vivifica, con alevosía, en el estilo de su cuento “Viaje de vuelta y Tetotas”. El otro texto que presentamos en la sección se ubica en las antípodas del de Varas: “La fragilidad de la tierra”, de Gregorio Cervantes, es un relato medido, contenido, en un tono angustiante que cerca paulatinamente tanto a los personajes como al lector, con un cierto aire al magistral “Casa tomada”.
La sección de poesía de este número abarca a tres autores de décadas distintas: Julio César Aguilar, poeta, editor, ensayista, traductor y médico nacido en los años setenta en Jalisco; José Manuel Serrano, biólogo y poeta nacido en los ochenta en el Distrito Federal, y la también jalisciense Melissa Nungaray, quien a sus once años apunta a consolidar una sorprendente vocación poética. De ella incluimos una serie de fragmentos de su libro
Alba-Vigía, publicado por La Zonámbula en 2008.
Adriana Zapparoli es una escritora brasileña cuya obra gana cada vez más preponderancia en el ámbito de las nuevas letras de su país. Publicamos en la sección de traducciones una serie de poemas de su libro
A flor-da-Abissínia (Lumme, 2007), junto a las versiones que de ellos hacen otros dos poetas jóvenes mexicanos, Berenice Huerta y Jair Cortés.
La dramaturgia es una
rara avis entre los géneros literarios, y para algunos el texto dramático debe verse como una parte de ese todo llamado “hecho teatral”. El poeta y dramaturgo Julio César Toledo reflexiona en este número sobre distintas concepciones teóricas y a partir de ellas y de su propia experiencia como creador estructura su ensayo sobre el tema. Incluimos además otro ensayo, esta vez sobre la sexualidad femenina, a cargo de Aidee Orozco, además de una crónica deliciosa escrita por Luis Téllez-Tejeda, sobre el reciente concierto del argentino Andrés Calamaro, quien congregó a varias generaciones de incondicionales en el Foro Condesa de la Ciudad de México.
El apartado de reseñas es nutrido esta vez, y se ocupa de disciplinas distintas: en literatura, Laura Zúñiga Orta, con su particular estilo y prosa impecable, hibrida la entrevista con la reseña para presentar
Bocado de sal, primer libro de su contemporáneo David Coronado; y Eduardo de Gortari argumenta a favor de
Cosas que hacen BUM, del catalán Kiko Amal, publicada por Anagrama. Emiliano Mora comenta Arte≠Vida, muestra que documenta la evolución del
performance desde 1960 hasta 2000, con sede en el Museo Carrillo Gil del Distrito Federal, y Rodrigo Martínez hace lo propio con un excelente documental animado actualmente en cartelera,
Vals con Bashir, del israelí Ari Folman. La sección de artes visuales de
Punto en Línea se engalana con una serie fotográfica de María Teresa Sánchez, de la Escuela Activa de Fotografía, quien obtuvo mención con este trabajo en el Concurso 40 de la revista
Punto de partida.
Así, cerramos este comentario con el deseo de que nuestros lectores disfruten el contenido de este número doble tanto como nosotros lo hicimos al prepararlo. Felices vacaciones.