Asunto: ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!
De: John Villanueva López (This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.)
Para: Jack Morales (This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.)
Enviado: jueves, 11 de marzo de 2010 18:39:37
Jack:
Una disculpa por contestar hasta ahora tu email, he andado en friega, las cosas acá en Querétaro están duras, como en todo el país (a veces pienso que hubiera sido mejor irme para allá contigo). Sé que tu cumpleaños es hasta mañana (el mío fue ayer, ¿recuerdas?), pero te escribo desde hoy para felicitarte y adelantarte tu regalo, quizá al principio no te guste pero después lo agradecerás. A mí me regalaron lo mismo ayer… Antes de irme al bar del Marco (te manda saludos), cené en mi casa y mi abuelo me estuvo contando del Mundial del 86. Me dijo que al gobierno le urgía hacerlo por la crisis y por lo del terremoto, y que a De la Madrid lo abuchearon de lo lindo en el Azteca en plena inauguración. Me aseguró que el Mundial también dejó cosas buenas, obra urbana por ejemplo, y que además en esos días se llenaban todos los lugares de Querétaro, que las porras de los equipos que jugaron aquí (alemanes, escoceses, daneses y españoles), casi puros hombres, se ponían hasta el queque en las discos, felices con las mujeres de acá… "Sí, también dejó cosas buenas el Mundial", me repitió cuando terminamos de cenar, estaba parado detrás de mí, tenía su plato vacío en una mano y con la otra me revolvía el cabello, siempre ha sido cariñoso conmigo pero esta vez sentí algo distinto. Y en ese momento me cayó el veinte. ¡Mierda! Me acordé de ti de inmediato, de cuando nos conocimos de chicos, de cómo nos identificamos y nos hicimos amigos sin decirnos nada, me acordé de esos chavos y chavas que fuimos descubriendo, medio morenos y medio güeros, o morenos de ojos verdes o azules como nosotros, algunos de nombres raros, todos de nuestra edad e hijos de madres solteras, y me acordé también de las fiestas de mi familia cuando yo era niño, de que a mi tío Pablo, cuando ya estaba medio jarra y sabía que nadie lo observaba, le encantaba sacudirme con una mano la cabeza mientras cantaba “México 86, México 86, el mundo unido por un balón”, ¡y cómo se reía!, el muy cabrón…
Así que ya sabes mi buen Jack… Espero que te haya caído bien mi regalo y ojalá nos veamos pronto.
Un fuerte abrazo,
John
P.D. Por cierto, ya viene el Mundial ¿no? ¿A quién le vas a ir?